Tejidos reciclados, sostenibles y tecnológicos, soluciones para ropa de trabajo

En Motiva CEE nos encontramos en constante contacto con proveedores de tejidos y prendas de última generación. Por ello, sabemos que los últimos avances en novedades textiles se encuentran principalmente enfocados en dos vertientes: prendas fabricadas a partir de tejidos reciclados o sostenibles, y ropa de trabajo específica para diferentes sectores, fabricada en tejidos técnicos y tecnológicos.

En la actualidad, la preocupación por el Medio Ambiente llega hasta el personal encargado de la compra de la ropa de trabajo en las empresas y, desde nuestro punto como proveedor, somos los encargados de ofrecer soluciones con el menor impacto medioambiental posible.

Como fabricantes de uniformes laborales, sabemos que el uso que se le da a las prendas de trabajo hace que su desgaste sea mayor que la ropa que se usa en el día a día, y que el cambio de la uniformidad laboral sea anual o semestral en el caso de las estaciones del año. Por ello, y debido a que la industria textil es de las más contaminantes del planeta, estamos buscando soluciones para acabar con esta situación y poder ofrecer a nuestros clientes propuestas tecnológicas, ecológicas o recicladas.

En la actualidad hay que tener en cuenta que las prendas que no están realizada únicamente de un material, como puede ser 100% algodón o 100% poliéster, son muy costosas de dividir por composición y no se están reciclando, por lo que este tipo de prendas, que en su composición están formadas por diferentes porcentajes de materiales, son las más contaminantes y las que menos pueden recuperarse una vez finalizada su vida útil. Por otro lado, los colores que se utilizan en la industria laboral como pueden ser el amarillo y naranja flúor, se obtienen de manera química y son muy difíciles de conseguir a partir de fibras recicladas, y muy complicados de reciclar una vez finalizada su vida útil.

El principal tejido fabricado a partir de fibras recicladas que se utiliza es aquel que se ha confeccionado a partir de poliéster extraído de plásticos de origen diverso como pueden ser botellas fundidas que se han convertido en fibras para tejer sargas o tejidos de punto de poliéster. El proceso de reciclaje de este tipo de material reduce considerablemente la huella de carbono del planeta, entre muchas otras ventajas. Además, los productos obtenidos a partir de estos tejidos conservan las capacidades y características de un tejido fabricado a partir de fibras vírgenes. El tejido fabricado a partir de botellas PET se considera en la actualidad uno de los tejidos más sostenibles, al estar aprovechando un residuo y convirtiéndose en un material reutilizable. Este tipo de reciclaje se conoce como “closed loop”, ya que se mantienen los materiales dentro de la cadena sin perder valor, y el ejemplo más conocido es el reciclado “fibra a fibra”. Este es el proceso de reciclado textil más extendido, se realiza de forma química fundiendo y extruyendo el material, por eso únicamente es posible en materiales termoplásticos y puros. Pero también se realiza el reciclado de fibras de algodón, un proceso realizado de manera mecánica en el que es posible un deterioro de las fibras y una menor calidad del producto final. Este hecho se da porque el proceso de reciclado aun es muy costoso, ya que hay que separar las fibras por colores, triturarlas y posteriormente volver a hilarlas, mezclándolas con fibras puras para poder conservar las capacidades y características de las prendas finales.

Por otro lado, contamos con prendas realizadas de manera sostenible, como pueden ser aquellas de algodón orgánico, las que se considera que el proceso de producción se ha realizado consumiendo menos agua, menos energía y con una emisión menor de CO2. Como inconveniente, este tipo de prendas no pueden ser fabricadas en muchos colores, por lo que no son aptas para prendas que no sean blancas, beige o gris claro.

Además de los tejidos sostenibles y reciclados, desde hace unos años nuestros clientes se decantan por tejidos más técnicos y tecnológicos. Muchos de ellos buscan ergonomía extra, como la que encontramos en el tejido Coolmax (con propiedades como la evaporación del sudor y la capacidad de mantener la prenda seca), la gran transpirabilidad que ofrece el tejido de doble cara (poliéster en su exterior y algodón en el interior de la prenda en contacto con el cuerpo) o la adaptabilidad al cuerpo, que la conseguimos con tejido bioelástico (forma una segunda piel en contacto con la temperatura corporal). Cada vez son más los clientes que demandan ropa técnica o específica para su sector, necesaria por ejemplo en centrales nucleares (ropa antiestática), en trabajos portuarios (con costuras termoselladas) o en trabajos que se necesite resistencia al fuego (tejidos ignífugos).

La fabricación bajo demanda, exclusivamente realizando el pedido de nuestro cliente, también nos permite calcular la materia prima necesaria y generar así el mínimo residuo posible, a la vez que disminuimos al máximo nuestro almacenamiento al no contar con excedentes de productos o materiales. Así, no se producen excedentes y no se quedan en nuestras instalaciones tejidos que quizá, por un cambio de uniformidad o de decisión en cuanto a la ropa de trabajo de nuestros clientes, se generan mermas que finalmente pueden llegar a ser residuos.

En España, cada año se vierten aproximadamente un millón de toneladas de tejidos en los vertederos, y esta cifra debe disminuirse considerablemente si queremos que el planeta sea sostenible. Por ello, es imprescindible concienciar a nuestros clientes para utilizar en su ropa laboral tejidos reciclados, sostenibles o aquellos realizados a partir de fibras biodegradables. En nuestro caso, existe un grave problema de reciclaje en las prendas que confeccionamos, al estar personalizadas con logotipos de los clientes.

Desde Motiva CEE existe un reto de reciclaje de la ropa de trabajo de nuestros clientes. Próximamente, deberemos optar por la recogida y reciclaje de los uniformes distribuidos a los clientes, o por la opción de incluir una empresa dentro del proceso de confección y distribución de la uniformidad laboral que se encargue del lavado de las prendas y de su posterior reciclaje o destrucción en el momento en el que las prendas lleguen al final de su vida útil. Una meta ambiciosa, pero en la que debemos trabajar para conseguir un futuro más ecológico y sostenible, y llegar a producir el menor residuo posible con los uniformes de los trabajadores de nuestros clientes.